La preocupación por nuestro aspecto estético es una característica que nos precede desde las civilizaciones más antiguas.
La búsqueda de un aspecto “bello”, es una constante que se ha mantenido en el tiempo y para el que se han utilizado elementos cosméticos como maquillajes, ungüentos, mascarillas hechas con plantas, bayas, etc. Todo aquello que la naturaleza podía ofrecernos para ser utilizado con este fin.
En la actualidad, y tras el desarrollo tecnológico y los conocimientos científicos sobre nutrición y principios activos de la naturaleza, se ha permitido que la perspectiva estética alcance un fin que va más allá de “lo que se ve”. Esto nos permite orientar el área de la cosmética y la estética desde un punto de vista celular.
La piel es un órgano grande en superficie. Tiene un grosor que oscila dependiendo de su localización. La capa más externa de la piel es la epidermis, la siguiente capa, más gruesa, es la dermis. Por debajo de ésta nos encontramos con la capa subcutánea. El mantenimiento de una piel sana no solo cubre un aspecto estético, sino que las funciones de la piel como órgano son muy importantes.
Para incorporar la nutricosmética y compatibilizarla con nuestro ritual de higiene y autocuidado, seguiremos las pautas confeccionadas por el área cosmética y que venimos haciendo en nuestro día a día. La clave está en identificar qué nutrientes y por qué pueden favorecer nuestro aspecto externo trabajando desde un nivel celular. También debemos ser conscientes del impacto de nuestro estilo de vida y los contaminantes ambientales sobre nuestra piel, para poder trabajar de forma interna y externa de manera coordinada.
No te dejes llevar por la imagen personal y los cánones de belleza establecidos socialmente, busca un objetivo más amplio de autocuidado para sentirte bien y priorizar en el bienestar y salud de tu piel, no olvides que es un órgano importante.
Intentaremos mantener una piel sana a través de una nutrición correcta, una alimentación equilibrada y variada sin olvidar el agua. Los nutrientes administrados a través de la alimentación son importantes para el mantenimiento de un buen estado de la piel y el cabello. Por ejemplo, algunos aminoácidos que obtenemos mediante la alimentación con proteínas, son necesarios para mantener el colágeno y la queratina, dos de las proteínas necesarias para nuestra piel, pelo y uñas.
Aspectos que debes tener en cuenta para cuidarte:
- Contaminantes químicos
- Selección de cosmética adecuada a tu edad y piel
- Proceso de envejecimiento
- Cuidado con el sol
- Atención a la ingesta adecuada de agua
- Siempre una alimentación variada y equilibrada
- Dormir 8 horas diarias
- Control del estrés, puede afectar a nuestra piel y nuestro aspecto
- No fumar
Envejecimiento
Se entiende como envejecimiento aquel proceso natural progresivo, que reduce la acción de los procesos fisiológicos. Los expertos aún no son capaces de conocer las diferentes bases moleculares que puedan explicarnos qué ocurre. Lo que sí se postulan son diferentes aspectos que, claramente, intervienen en este proceso natural. Estas posibles explicaciones forman el conjunto de “teorías del envejecimiento”. Asociado a este proceso natural, de fondo, están los procesos oxidativos que pueden favorecer la presencia de algunos signos de envejecimiento, como las arrugas y flacidez, ya que afectan al tejido conjuntivo y a las proteínas que dan firmeza.
Debemos poner especial atención, para cuidar la piel, a la exposición indiscriminada al sol, especialmente cuando se busca intensivamente una imagen bronceada. Esta idea de bronceado veraniego o mantenimiento del mismo durante todo el año, hace que podamos dañar las estructuras de la piel, ocasionando envejecimiento prematuro e incrementar el riesgo de enfermedades de piel. Independientemente a la edad, siempre debemos utilizar protección solar para protegernos de los daños solares.
Uno de los mecanismos de protección de nuestra piel frente a la exposición solar es el conocimiento del fototipo cutáneo, esto nos permitirá tomar todas las medidas protectoras. Fototipo se define como la capacidad de adaptación al sol de cada individuo, es decir, cómo se broncea la piel, si lo hace y en qué grado.
Los expertos, además, aconsejan revisar periódicamente la aparición de manchas y pecas, evitar las quemaduras, tipo de coloración del bronceado (dorado, rojizo), tiempo de aparición de dicha tonalidad…para así poder tomar el máximo de precauciones y poner en marcha la protección adecuada.
En el aspecto puramente cosmético, la prevención de daño de las radiaciones, se trabaja mediante la utilización de los protectores solares medidos por FSP (factor de protección solar).
Cada década, una necesidad
Aunque no puede generalizarse, cada década puede necesitar de un cuidado más exclusivo. En la década de los treinta, ponemos atención al mantenimiento de nuestra firmeza, brillo, fortaleza del pelo y uñas. Nuestro foco está en la hidratación y el mantenimiento.
A los cuarenta, los cambios pueden ser más evidentes con arrugas más marcadas, cambios en la dermis, posible flacidez, aparición de manchas… Buscamos una cosmética que mantenga el volumen de nuestro pelo, tonificación y acción antioxidante. Nuestro foco está en la hidratación, cuidado y tonificación.
A partir de los 50 comienza el trabajo anti-aging para nutrir, mantener y proteger nuestro pelo, piel y uñas de los cambios fisiológicos asociados al proceso natural de envejecimiento. Nuestro foco está en la hidratación, renovación y restauración.
Las acciones cosméticas que buscamos son, entre otras, hidratante, calmante, tensora y tónica, astringente y nutritiva. Buscamos mantener una piel tersa y firme, suave y elástica con luminosidad.
Nuestro foco en el cabello y uñas es mantener su estructura, un crecimiento y fuerza adecuados, un cabello con brillo y volumen.
¿Qué nutrientes ayudan a mantener nuestra piel?
Algunos de ellos son:
- Vitamina E, que contribuye a la protección frente al daño oxidativo
- Biotina, que contribuye a un pelo y piel en condiciones normales
- Vitamina C, que contribuye a la síntesis normal de colágeno para el funcionamiento de la piel y protege a las células de daño oxidativo
- Cobre, que contribuye a una pigmentación normal de piel y cabello
- Zinc, que contribuye al mantenimiento del cabello, piel y uñas en condiciones normales
- Selenio, que contribuye al mantenimiento del cabello y uñas en condiciones normales
- Vitamina A, que contribuye al mantenimiento de la piel en condiciones normales
- Vitamina B3, que contribuye al mantenimiento de la piel en condiciones normales
No utilices un cosmético para todo, identifica tu necesidad y elige bien:
- Cosmética e higiene
- Cosméticos para la hidratación cutánea
- Cosmética para el tratamiento facial
- Cosméticos contorno de ojo
- Cosmética para el cuidado corporal
- Cosméticos labiales
- Cosméticos específicos para manos y pies
- Cosmética e higiene del cabello
- Cosmética específica para uñas
Busca los productos adecuados a tu tipo de piel, edad y objetivo y no olvides los nutricosméticos.
Consulta a un experto/a en estética o pregunta en tu establecimiento de confianza, la mejor selección de complementos alimenticios que se adapte a tus características y ritual de belleza.
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Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutos de una dieta equilibrada y variada y un estilo de vida saludable.